En aras de aportar al mejoramiento de las condiciones de la Ciénaga Grande de Santa Marta, la organización Malteser International Américas en alianzas que permiten trabajar por la conservación del bosque de mangles de la Ciénaga Grande de Santa Marta y apostar por el desarrollo sostenible de las comunidades, como lo es la Asociación de Biólogos de la Universidad del Atlántico, ABIUDEA, quienes están trabajando con la población de la zona del corregimiento de Tasajera, municipio de Pueblo Viejo-Magdalena; hasta el momento se han sumado 17 mujeres cabeza de hogar, 24 pescadores y recicladores, 100 jóvenes multiplicadores y 4000 beneficiarios indirectos del barrio Adonai en Tasajera, siendo las comunidades las encargadas de la supervisión y monitoreo de las plántulas.
Desde el 2021 en articulación con ABIUDEA, se dio inicio a este proyecto que busca la restauración de ecosistemas de manglar, fortalecimiento comunitario, creación de viveros, reciclaje, sensibilización ante el cambio climático y trabajo ambiental en general, por eso le dieron la oportunidad a la comunidad, “Estamos realizando un interesante ejercicio de empoderamiento con las comunidades beneficiarias del proyecto, proporcionándoles aquellos conocimientos sobre el ecosistema de manglar, sus servicios ecosistémicos y, la importancia de contribuir en la reforestación de la zona en pro de un uso responsable y sostenible del manglar”, expresó Ricardo Tapia Reales, director país de Malteser International Americas.
Por otro lado, María Margarita Sierra, coordinadora del proyecto Mangles, indica que “este plan busca mejorar las condiciones de vida de las personas beneficiarias, partiendo de la estrategia de adaptación al cambio climático por medio de la reforestación de 30 hectáreas de manglar que van a permitir esa recolección de parches de bosque que se encuentran en la zona”.
Por su parte, Ivonne Ojeda, beneficiaria y esposa de uno de los pescadores del proyecto señala, “Hoy somos conscientes que debemos conservar este importante ecosistema y mejorar nuestras prácticas ambientales. Con las capacitaciones y las charlas brindadas, tenemos un mayor conocimiento de cómo aportar nuestro granito de arena a nuestra Ciénega Grande que tanto provecho sacamos de ella.
