«Nadie es eterno», cancion del desaparecido Darío Gómez, se puso de moda nuevamente en Santa Marta, debido a la despedida de María Virginia Rodríguez Porto. Pues familiares, amigos y comunidad del emblemático Liceo Celedón, le acompañaron a sus honras fúnebres, quien en la mañana del martes decidió ponerle fin a su vida.
Este lamentable hecho, que se registró en el barrio Pescaito, el 7 de marzo ha causado tristeza en Santa Marta; camino al campo santo pudimos observar la fotografía de María Virginia, plasmada en una camiseta como recuerdo, la cual vistieron en este día de despedida.
Mientras en la carroza era transportado el cuerpo de la niña alegre, oriunda del estado de Zulia, Venezuela, quien llevaba al menos cuatro años en Colombia y que se destacaba entre los estudiantes del grado novenos por su rendimiento académico.
