Un día como hoy, 6 de enero se celebra en varios países el Día de Reyes, para conmemorar la adoración al Niño Jesús por parte de unos reyes sabios provenientes del Oriente para rendir honores y traer presentes al niño, nos sabemos cuántos iban en la caravana, pero la Biblia nos enseña que entregaron tres presentes al recién nacido; oro, incienso y mirra.
Esta es la fiesta de la Epifania, que significa manifestación o revelación; y nos enseña que Dios Hijo se revela a toda la humanidad, para reconocerlo como Rey de Reyes y único Salvador.
El Padre Mario Monsalvo, de la parroquia San Judas Tadeo en el barrio Bastidas, explica el significado de la realidad religiosa en nuestra tradición que es la manifestación de la palabra hecha carne al mostrase al mundo entero el cumplimiento de la promesa en María. “Ya no son necesarios los sacrificios, o llevarle mirra, oro e incienso al Salvador, como regalos, sino obediencia y adoración a él como uno de los mejores presentes”, asegura el padre Mario.
Desde pequeños se inculca la tradición de los Reyes, las familias en unión y amor ofrecen gratitud al Niño Jesús por el sacrificio inmerecido para la humanidad.