El único corregimiento del municipio de Salamina, en el departamento del Magdalena ha padecido el accionar de los grupos violentos y emergencias por la ola invernal. Primero fue el fantasma de las confrontaciones armadas que desplazó a todas las familias en los albores del siglo XXI, quedando esta población desolada. Cuando apenas comenzaba la comarca a reacomodarse en lo poco que encontraron al regresar, en el año 2010 la amenaza del rio Magdalena dejaba con las manos en la cabeza a los guaimareros y a toda esta subregión.
Lo cierto es, que no es fácil vivir en un territorio destinado al olvido por parte del estado, ya en los últimos años las familias que sobrevivieron a las anteriores situaciones están a punto de abandonar nuevamente el pueblo; un fenómeno cíclico en la margen derecha del rio Magdalena está a centímetros de ocasionar una catástrofe.
En entrevista para VOCES 89.4 F.M., el líder comunitario Jaime Gutiérrez advirtió que “si el estado no interviene urgentemente la erosión que está al frente de la Iglesia, lo peor estaría por ocurrir; aunque hay una obra en ejecución que avanza en un 90%, los resultados no han sido los esperados, hoy el rio desbarrancó después de la obra y eso es muy grave”, señaló Gutiérrez.
Además de la angustia que está consumiendo a los habitantes de Guaímaro, hay otra inconformidad que los tiene en jaque y es “que no hay respuesta de quien está ejecutando la obra, nadie dice nada es una obra silenciosa de la cual no se ha hecho una interventoría; a pesar que son unos trabajos que superan los 29 mil millones de pesos en su primera fase, no hay una valla informativa que indique el monto total y los tiempos de entrega”, añadió Jaime Gutiérrez.
La comarca guaimarera reclama la presencia del Gobierno Departamental y Nacional debido al grave peligro al que están expuestos, los embates del rio arrasaron con varios metros de la carretera y amenaza con meterse a los patios de las viviendas aledañas tras una nueva grieta.
