La Urbanización Altos de Villa Concha y el asentamiento Tóniza, no sólo conviven con el mar y sus derivados, sino con la polución generada desde hace años por el humo de las ladrilleras. Los residentes han visto la reducción en la calidad de vida de las casi 5000 mil familias, a causa de la contaminación.
Según Pablo Palma, líder social del sector, estas ladirilleras carecen de regulación por parte de los entes competentes. Por ello, la comunidad pide intervención de las autoridades. Así generaron un derecho de petición para solicitar información acerca de:
Los terrenos contemplados para la reubicación del relleno sanitario y los respectivos estudios de suelo; Información sobre los planes de gestión integral de residuos sólidos (PGIRS); Participación directa de la comunidad implicada; implementación del plan de mitigación… entre otros temas.