En el 2020, cuando el mundo cerraba sus puertas por el Covid-19, Jazmín Brito tuvo que abrir las suyas para iniciar un nuevo rumbo, A ella no la atemorizaba la pandemia, no se alarmaba por la cuarentena, las noticias no le quitaron el sueño, todo lo contrario, tenía el ojo abierto en plena madrugada sanando un dolor profundo en su soledad y tratando de reencontrarse con la Jazmín de años atrás, “era una necesidad porque me había desconectado como mujer, aun así en medio del dolor uno puede levantarse”.
De ese duelo y episodio difícil nació la Fundación Bonke Caribe, un lugar para crear, formar y dignificar el trabajo del arte. Dios la rodeó de amigos para levantar este sueño que hoy en día es materializado como la Casa Bonke, contando con profesionales excepcionales, niños, jóvenes y adultos que han creído en esta casa de inspiración, gracias a la temática con la que trabajan.
La fundación es sin ánimo de lucro, se sostiene a través de una empresa y patrocinadores que apoyan el talento local. Después de 3 años estando a disposición de la ciudad, cuenta con respaldo del Distrito y del Ministerio de Cultura. Uno de los proyectos sociales es trapillos, dirigido a mujeres desde los 18 años, con la finalidad de enseñarles manualidades y tejidos totalmente gratis. Si usted le gustaría inscribirse puede hacerlo por medio de las redes sociales como Fundación Bonke Caribe.
Jazmín, mujer pujante y empoderada, a sus 49 años está feliz de dedicar su vida al arte y a la cultura. Agradece a Dios por lo que ha logrado y por lo que seguirá construyendo, porque si algo la mantiene en esta ciudad es ver que “hay mucho por hacer aquí”, expresa Brito.
