Los colombianos se caracterizan por su berraquera y tenacidad, por ello decimos que el paisa es un excelente comerciante, el Bogotano resalta su puntualidad, el caleño ama vivir en comunidad y los costeños se acoplan al ritmo que le ponga la vida.
Rafael “Tito” Solarzano, no solo se sabe las notas musicales do re-mi -fa- sol- la- si. También, junto con su esposa Olga, han bailado las notas de la vida, al son de la lluvia y el sol; de día y de noche, con viento y en el desierto. Y es que son muchas las puertas que ha tocado en busca de una oportunidad laboral con sus capacidades artísticas.
«Tito» Solorzano se caracteriza por tres habilidades: música, cocina y artesanía. Todo con las manos, en ellas lleva la melodía, la sazón y transforma el reciclaje en algo útil. Desde pequeño es curioso, inteligente y creyente, “la música fue un escape para mí. En la infancia, tuvimos una vida difícil, pero mamá siempre nos inculcó el estudio”, aseguró Solarzano.
Canta en restaurantes, da clases de música en un colegio de Santa Marta, de jueves a domingo es chef de pizzas costeñas (la masa es de yuca o guineo), en la madrugada se despierta de repente, pensando en como reutilizar un desechable en algo útil para convertirlo en una gaita, tambor, maracas, etc.
Todas estas actividades lo mantienen activo, feliz y agradecido con Dios por las habilidades que le regaló y porque cada día le permite ponerlas al servicio de la comunidad y obtener el sustento para su familia.