A través de la sentencia C-233 de 2021, la Sala Plena de la Corte Constitucional, amplió el derecho a la eutanasia, para pacientes que padezcan una enfermedad o lesión grave e incurable que les provoque intenso sufrimiento. Esto pone de moda nuevamente el tema, después de que por algún tiempo se había dejado de hablar sobre el particular.
¿Qué opina la Iglesia? Evangeluim Vitae en el numeral 73, dice que: “la eutanasia es un crimen que ninguna ley humana puede pretender legitimar. Leyes de este tipo no sólo no crean ninguna obligación de conciencia, sino que, por el contrario, establecen una grave y precisa obligación de oponerse a ellas mediante la objeción de conciencia”.
La Iglesia siempre ha insistido en el valor sagrado de la vida y antes que la eutanasia, la ciencia y la legislación deberían adelantar y promover la ortotanasia, ya que los cuidados paliativos son una alternativa para ayudar a morir con dignidad; según esto, los profesionales de la salud están capacitados para otorgar al paciente cuidados y tratamientos que disminuyen el sufrimiento, sin alterar el curso de la enfermedad. La Iglesia siempre promueve y defiende el don de la vida.