Cuando hablamos de radio, generalmente imaginamos el micrófono, la antena, el transmisor, los audífonos y demás aparatos necesarios para transmitir un programa; pero pocas veces pensamos en las personas que producen lo que se emite a través del dial.
En el caso de la radio comunitaria, lo más importante no está en los aparatos técnicos, sino en el equipo humano, como centro de los procesos que salen a través de la radio. Esto quiere decir que la radio depende de los acontecimientos generados, tanto por los actores de la realidad, como por los periodistas, controles máster y demás radialistas.
En el caso concreto de Voces 89.4 F.M., juegan un papel fundamental los oyentes. No existiría esta emisora sin los oyentes que la sostienen, sin el P. Jesús, Loly, Gustavo, Rafael, Ahmed, Soraya, Javier, Pepe, César, Brayan, Gisel, Claudia (incluyendo a quienes han trabajado aquí durante estos diez años) y el resto de servidores. Según esto, la radio comunitaria son las personas que la cargan en sus hombros para formar integralmente a Santa Marta, a la luz del Evangelio de Cristo.