Encontrarla fue fácil. Sólo hay que ubicar sus carcajadas en medio de los turistas de las lindas playas de Aeromar en Santa Marta, y listo. Allí está. María Paula Pérez persuade con su modo de ser, para que la contraten como masajista. Tiene mucho carisma y amor por su oficio. Su carisma, alegría y servicio son únicos y generan empatía de manera inmediata con el público. La pasión y el conocimiento son la mezcla perfecta para definirla, y aunque su vida ha sido difícil, siempre de su boca salen palabras entusiastas, que motivan a los que están a su alrededor. Desde pequeña acompañó a su mamá a hacer masajes a los turistas y propios, en las diferentes playas de la ciudad. Esto despertó en ella, el gusto por brindarle relajación a quienes deseen un momento de relajación.
María Paula a las 10:00 de la mañana sale a recorrer la playa. Allí le contó a Voces 89.4 F.M., que casi nunca alguien se niega a adquirir un paquete de masajes con ella: “la gente queda contenta cuando les termino de hacer un masaje, me piden mi número de teléfono para llegar al hotel donde se encuentran o a la casa, si viven aquí; y te digo una cosa, que Dios derrama espíritu de gracia en uno porque a donde yo llego es difícil, difícil que una persona me diga que no quiere y he contado siempre con esa suerte y con Dios”.
Gracias a su trabajo ya tiene casa propia. María Paula siempre se capacita y estudia, por eso invita a todas las personas que no importa la profesión y el oficio que tengan, lo importante es estudiar y capacitarse, no importa si quiere ser tintero, enfermera, masajista, ingeniero, siempre la clave es dar lo mejor y que ningún trabajo, es deshonra.