Estamos acostumbrados al pico y placa para carros y motocicletas; pero aplicado a personas y más a estudiantes, parece inusual. A pesar de ello, esta medida es aplicada en el Colegio Camilo Torres, en Gaira, donde los estudiantes se turnan para llegar a la institución a recibir clases.
De esta forma los grados noveno, décimo y undécimo asisten a clases, debido a un daño de fluido eléctrico, que mantiene en alerta a los directivos, docentes, estudiantes y padres de familia. Por ello los padres de familia y acudientes manifiestan inconformidad frente a esta falencia en la educación del sector.
Diana Mozo, coordinadora de la jornada nocturna del colegio, comenta que, “la caja de tacos más o menos desde el 6 de agosto presenta inconvenientes, se dispara y bota candela, por esto el 70% del colegio queda sin fluido eléctrico”.
Por lo anterior, el colegio tomó medidas para evitar la sobrecarga eléctrica. “En reunión de docentes y directivos del plantel, decidimos no prender un bloque de salones y eso nos limita la atención al personal estudiantil”, argumenta Mozo.
La representante de los docentes frente al Consejo Directivo, Betty Díaz Durán, afirmó que, “desde hace cinco años se presenta esta problemática, pues hubo una explosión en una de las salas de informática. Esto nos alarmó y el rector tomaba medidas y emparamentábamos todo; ahora las cosas llegaron al extremo, pues la caja de tacos suelta candela permanentemente”.