La presencialidad en colegios y universidades en Santa Marta y el Magdalena es un hecho. Después de dos años de virtualidad, celebrando cumpleaños, exequias y viviendo cosas bonitas y otras no tan bonitas, un tiempo donde los estudiantes estuvieron pegados a la pantalla siguiendo sus clases, ahora vuelven al aula de clases.
No falta quien todavía muestre escepticismo frente al tema y diga que no va a mandar al hijo o a la hija, porque le falta la vacuna, que le pueden contagiar con el Covid-19 y otras excusas, pero lo cierto es que muchos centros educativos, están listos para abrir sus aulas a los estudiantes, entre los cuales hay muchos expectantes por retornar a sus ambientes formativos.

Hay que apostarle a un regreso a clases en ambientes seguros y confiables; por ello la tarea debe ser, garantizar elementos indispensables de bioseguridad. A su vez, priorizar la educación socioemocional, la transformación pedagógica y el trabajo por el medio ambiente, donde los maestros, personal administrativo, padres de familia y estudiantes practiquen el autocuidado.