Los obispos de Colombia, estamos participando durante estos días en la centésima duodécima Asamblea Plenaria del Episcopado. Para mí es la primera vez que participo en esta Asamblea, y ha sido verdaderamente una experiencia de fraternidad. He experimentado la acogida calurosa de parte de todos los obispos de Colombia, y por eso quiero compartir mi alegría con todo el pueblo de Santa Marta, de la Diócesis entera, y con sus fuerzas vivas.
Aquí estamos los obispos de Colombia, tratando de vivir con toda la fuerza, este momento especial que el Espíritu suscita en la Iglesia universal. Me refiero al Sínodo de las Sinodalidad aquí en Colombia. En la Asamblea Plenaria, hemos traducido este momento eclesial importante en una expresión que ha servido de hilo conductor de todo el encuentro: “el caminar juntos de la Iglesia en Colombia”. Eso nos ha dado la ocasión de escuchar la Palabra de Dios juntos, de escucharnos unos a otros en debates, en encuentros, en reflexiones a nivel de plenaria y también de regiones. Nos hemos reunido los obispos de la Región Caribe, que comprende las Provincias de Barranquilla y Cartagena; y hemos querido, como he dicho, ponernos a la escucha del Espíritu y a la escucha de nuestras comunidades, para que como pastores podamos también guiar con la ayuda del Señor, este momento preciso de la vida de la Iglesia.
En todas estas deliberaciones, hemos tratado de ir a lo profundo de nuestra misión pastoral. Poco a poco serán divulgadas las conclusiones de esta importante reunión. Finalmente, yo les digo que, para mí ha sido providencial que coincida el inicio de mi ministerio episcopal en Santa Marta con esta Asamblea Plenaria dedicada al Sínodo de la Sinodalidad, porque ciertamente el Sínodo marcará para la Iglesia universal y yo espero que para la Iglesia de Colombia y en concreto para nuestra Iglesia particular de Santa Marta, una nueva época, una nueva etapa de la misión evangelizadora de la Iglesia. Nosotros estamos ya próximos de celebrar 500 años de fundación de la Diócesis de Santa Marta. Es una ocasión privilegiada.