Hoy estamos en la fiesta de San Juan, evangelista y Apóstol del Señor. Es el evangelista que mejor refleja el amor de Jesucristo por los hombres. Su relato de las últimas horas de la vida de Cristo antes de su Pasión es un modo de concretar las manifestaciones de ese amor. Amor de Jesús que llega hasta la cruz, porque tanto amó el Padre al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.

Entonces hoy, después de haber celebrado ayer, la fiesta de la Sagrada Familia, somos invitados a estar ciento por ciento impregnados por el amor de Jesús. Por ello, en vez de pensar en los problemas, enfermedades y dolores de esta vida terrena, nos detengamos a meditar en el infinito amor misericordioso de aquel que se entregó por la humanidad.
Ahora que estamos en tiempo de Navidad, vivamos el amor en familia, como reflejo del amor de Jesús recién nacido que mora eternamente.