Llamado el Papa bueno, el Papa grande, el Papa viajero. Su bondad conquistó al mundo, fue capaz de entrar en países hostiles para la evangelización de los tiempos
actuales. Recorrió 1.166.774 kilómetros, o sea, tres veces la distancia de la tierra a la luna; visitando más de 120 países, entre ellos Colombia en 1986.
Su visita a Colombia fue entre el 1 y el 7 de julio de 1986. Duró 7 días e incluyó la visita a 11 poblaciones. Fue la segunda visita papal a Colombia, luego de la
presencia de Pablo VI en 1968. Su paso entre nosotros dejó esperanza y tranquilidad precisamente cuando estaba en su furor la violencia producida por la
guerra política y el narcotráfico. La fecha para conmemorarlo coincide con el
aniversario de su Pontificado en 1978.