La alteración del orden público se tomó a una de las ciudades más visitadas de Colombia, en la tarde del miércoles la famosa disputa campal volvió a sembrar el terror en la capital del departamento del Magdalena; en esta oportunidad ocurrió de forma simultánea.
Mientras la administración distrital celebra la cifra récords en materia turística, en algunos barrios populares de la segunda ciudad más antigua de Sudamérica, grupos de jóvenes se citan en sectores estratégicos para agredirse.
En el barrio Primero de Mayo, la situación se extendió desde calle 30 hasta El Pando; aquí la misma coronel Adriana Paz Fernández, comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta en compañía de un grupo de agentes controlaron la situación. Lo que empezó con una guerra de bolsas de agua, terminó en tiradera de piedras.
Otro de lugares en donde la angustia se apoderaba de las hogares y comerciantes fue en la carrera 19, entre el puente y la Avenida del Río. El tráfico en ambos carriles se interrumpió en este sector debido a los enfrentamientos provocados por jóvenes en su mayoría.
En el barrio Bastidas esta situación no fue ajena, la vía alterna al puerto de Santa Marta ha sido el epicentro de estas batallas campales donde el diálogo entre las partes involucradas no he surtido el efecto esperado por los protagonistas de estas bochornosas escenas.

En el sector de la vía principal que conduce a la Universidad del Magdalena, otros grupos se agredieron con machetes y se lanzaban piedras sin importar que estás afectarán a quienes se encontraban en el lugar.