Fugas, corrosión, desviación, colapso de tuberías, olores desagradables, inundaciones y contaminación del agua, se vive en el barrio Santa Catalina, de Santa Marta. Sus residentes afirman que esto ocurre desde hace ocho años y ya están cansados de dicha situación.
También aseguran que cada tres meses el agua se rebosa, lo cual produce mal olor que penetra las casas, contamina el medio ambiente y afecta la salud de los habitantes, incluyendo niños y adultos mayores. Ya han reportado esta situación a la Empresa de Servicios Públicos del Distrito de Santa Marta E.S.P. (ESSMAR), pero la entidad no ha dado una solución oportuna a esta problemática.
A su vez, este barrio sufre también el mal estado del alumbrado público, y señalan que, en la calle 28 a muchos postes les falta la lámpara. Ellos han reportado el problema, pero les responden que, “la Alcaldía maneja el alumbrado público”. Debido a lo anterior, se espera que en próximas horas las autoridades competentes corrijan esta dificultad.
