Somos más que simples oyentes pasivos que ubican en el dial 89.4 F.M. y cada uno desde su esquina, desde la casa, el carro y la cuadra, vive su situación particular sin nada que ver con el otro. ¡Nada de eso! Somos amigos que escuchamos radio y crecemos como buenos cristianos y buenos ciudadanos. Hay una amistad entre esta emisora y quienes la escuchan, y entre todos los oyentes entre sí.
Todos los oyentes de Voces 89.4 F.M. somos amigos, y precisamente en la Biblia, los amigos de Dios son personas especiales, a las que Él confía misiones importantes, como Moisés (cf. Ex 14,31), el rey David (cf. 2 Sam 7,8), el profeta Elías (cf. 1 Re 18,36), hasta la Virgen María (cf. Lc 1,38).
Son personas en cuyas manos Dios pone sus tesoros (cf. Mt 25,21); pero esto según Jesús, no basta para decir quiénes somos para Él, esto no basta, se necesita algo más, algo más grande, que va más allá de los bienes y de los planes mismos: se necesita la amistad.
Como oyentes nos convertimos en familia, somos amigos en el Señor, el cual en el Evangelio da una señal sobre esto cuando dice: «Ámense los unos a los otros, como yo los he amado» (Juan 15, 12); y tanto fue su amor, que llegó hasta el extremo de morir, demostrando así lo mucho que le interesa cada persona (Juan 15, 13).