Historia de Angélica Bernal, pionera que hizo historia en Wimbledon.
A sus 30 años, Angélica Bernal escribió una página dorada para el deporte colombiano, siendo la primera tenista mujer del país que llegó a la final de un torneo internacional prestigioso. Su camino fue difícil, marcado por la constancia, pasión y determinación inquebrantable, que la llevó a la cúspide.
Desde joven tenía claro que a través del deporte rompería fronteras. Su discapacidad física no le impidió salir adelante para cumplir sus sueños, encontrando en el tenis fortaleza, seguridad y plenitud. Desde los 11 años practica este deporte, y su carrera ha estado llena de desafíos y victorias; por eso está en el top 10 ranking de la Federación Internacional de Tenis (ITF) y sexta en sencillos. Sus logros no son casualidad, al contrario, son producto de años de tenacidad.
Wimbledon fue el escenario idóneo para demostrar su potencial como deportista, con una participación histórica, brillando junto a la franco-rusa Ksénia Chasteau, de apenas 19 años, demostrando que la juventud y la experiencia son una mezcla poderosa. En cuartos de final vencieron con autoridad a la japonesa Manami Tanaka y a la china Zhenzhen Zhu. En semifinales fueron contundentes, eliminando la dupla favorita Lucy Shuker y Diede de Groot, esta última considerada leyenda del tenis adaptado.
Desafortunadamente esa racha ganadora no se reflejó en la final, cayendo en dos sets ante las chinas Li Xiaohui y Wang Ziying, sin embrago el resultado no opaca el desempeño demostrado en cada juego. Durante 55 minutos, Bernal y Chasteau dieron todo, enfrentando a una pareja asiática sólida, que aprovechó cada oportunidad, cobrando en momentos clave del partido. A pesar del temple, la valentía y la capacidad de reacción de la colombiana, siempre estuvieron presentes.
El torneo sirvió para demostrar que Angélica no es sólo una deportista de alto nivel, sino un símbolo de resiliencia e inspiración para las futuras generaciones que siguen sus pasos y luchan el doble para salir adelante y abrirse camino en escenarios excluyentes. Sin duda Colombia celebra su hazaña y el tenis adaptado reconoce sus capacidades deportivas.